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| Foto:Web
Especial. La República.
Tienes que hacer planes para visitar estas hermosas provincias de la región Cajamarca. Las provincias de Jaén y San Ignacio son el epicentro de una nueva ruta turística que incluye la zona de producción del emblemático (y aromático) café cajamarquino.
La producción no solo satisface la demanda nacional, sino que se exporta a varios países de la región, incluyendo Colombia, donde se da el lujo de competir con el célebre café local.
Las 85 mil hectáreas de cultivos de café de ambas provincias cajamarquinas rinden aproximadamente un millón 275 mil quintales, lo cual las convierte en uno de los principale.s productores peruanos. El eje comercial es Jaén, a donde se llega por una carretera asfaltada en unas seis horas desde Chiclayo.
Los diversos productores cafetaleros se han unido y han creado varias cooperativas, dentro de las que destaca la Central Fronteriza del Norte de Cafetaleros (Cenfrocafé), Asociación Provincial de Cafetaleros Solidarios de San Ignacio (Aprocassi), Unión de Cafetaleros Ecológicos (Unicafec), Cooperativa Prosperidad de Chirinos, Cooperativa Sol y Café y la Cooperativa del Valle del Alto (Coopvama).
Estas agrupan a unos cinco mil socios de las provincias de Jaén y San Ignacio, de Cajamarca y Utcubamba, en la vecina Amazonas, cuyas parcelas, ubicadas entre los 800 y 2.000 metros sobre el nivel del mar, producen los llamados “cafés especiales”, que destacan por su intensidad y complejidad de sabor.
Todo esto inspiró a las autoridades locales y a los directivos de instituciones como Jaén Emprende, para crear un circuito turístico al que bautizaron la “Ruta del café”, replicando a los de la zona central del Perú.
El circuito recorre un grupo de parcelas cerca de la ciudad de Jaén. El viajero podrá comprobar con todos sus sentidos el proceso del café y apreciará las diversas variedades, del tipo arábiga, que se producen en estos campos y que están adaptadas perfectamente al tórrido clima.
El recorrido cierra en una impresionante panorámica del valle de Jaén, atravesado por el cauce del río Marañón. De vuelta en la ciudad visitarán una planta procesadora para ver la selección y catación cuidadosa del grano, su tostado y empaquetado, para, finalmente, degustar una humeante taza del mejor café.
En el camino aprenderán que tomar entre dos y cuatro tazas de café al día es una gran fuente de salud, pues ingerimos antioxidantes y nos protege el corazón, el hígado, alivia los dolores de cabeza, ayuda contra el asma y es un excelente aliado en el desempeño físico.
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